Hola gente, acaba de llegar de un concierto con mis hermanitos y demás, y en lugar de irme a dormir no se me ocurre otra cosa que escribir en el blog...
Bueno, tras pasarlo genial esta noche, como las de antes pero con una bajada significativa en nuestro presupuesto para alcohol (maldita crisis) os dejo dos canciones de estos pedazo de grupos. Por un lado El Roce de tu Cuerpo de Platero y Tu y por otro La Vereda de la Puerta de Atrás de Extremoduro. Dedicadas a la compañía de esta noche, en especial a mis hermanitos (gracias marina por tu prestamo...) Sin vosotros no soy nada...
PLATERO Y TU-EL ROCE DE TU CUERPO
Te pilla la tarde en tu cuarto otra vez,
no suena el teléfono y tú sabes porqué;
cervezas vacías en tu habitación,
el cenicero lleno humea en un rincón.
Seguro que sola está ella también
tirada en la cama sin saber qué hacer.
No sé cómo comenzó la discusión
ni a quién le toca ahora pedir perdón.
Y creo que muero
si no siento el roce de tu cuerpo junto a mí.
Recuerdo tus labios
y esos ojos que al mirar casi hacen daño.
Mientras la radio aburre con una canción
miro aquella foto y me siento peor,
y yo ya no sé lo que ha podido pasar,
lo que estaba bien, ahora está fatal.
Seguro que sola está ella también,
tirada en la cama sin saber qué hacer.
No sé cómo comenzó la discusión
ni a quién le toca ahora pedir perdón.
Y creo que muero
si no siento el roce de tu cuerpo junto a mí.
Recuerdo tus labios
y esos ojos que al mirar casi hacen daño.
EXTREMODURO-LA VEREDA DE LA PUERTA DE ATRÁS
Si no fuera porque hice colocado
el camino de tu espera
me habría desconectado;
condenadoa mirarte desde fuera
y dejar que te tocara el sol.
Y si fuera mi vida una escalera
me la he pasado entera
buscando el siguiente escalón,
convencido que estás en el tejado
esperando a ver si llego yo.
Y dejar de lado la vereda de la puerta de atrás
por donde te vi marchar
como una regadera que la hierba hace que vuelva a brotar
y ahora es todo campo ya.
Sus soldados son flores de madera
y mi ejército no tiene bandera, es sólo un corazón
condenado a vivir entre maleza sembrando flores de algodón.
Si me esperala muerte traicionera
y antes de repartirme del todo, me veo en un cajón,
que me entierrencon la picha por fuera pa que se la coma un ratón.
Y muere a todas horas gente dentro de mi televisor ;
quiero oír alguna canción que no hable de sandeces
y que diga que no sobra el amor y que empiece en sí y no en no.
Y dejar de lado la vereda de la puerta de atrás
por donde te vi marchar
como una regadera que la hierba hace que vuelva a brotar
y ahora es todo campo ya.
Dices que a veces no comprendes qué dice mi voz .
-¿Cómo quieres que esté dentro de tu ombligo?
-Si entre los dedos se me escapa volando una flor
y ella solita va marcando el camino.
Dices que a veces no comprendes qué dice mi voz
¿Cómo quieres que yo sepa lo que digo?
Si entre los dedos se me escapa volando una flor
y yo la dejo que me marque el camino.